8 de Marzo día Internacional de la conmemoración de la lucha de los derechos de la mujer
El hip hop es un movimiento de protesta en sí mismo, y al igual que muchas otras industrias, está dominado por hombres. Las mujeres históricamente somos oprimidas hasta por los oprimidos, el rap de calle o conciencia no garantiza una evolución feminista.
Tener a mujeres haciendo arte en este género es algo muy simbólico, hace tiempo que faltan canciones de enojo, de protesta, por y para mujeres. Merecemos que se exprese nuestro sentir y que se contrarreste el machismo enraizado aún en movimientos revolucionarios y sociales.
Hacer rap es difícil, pero hacer rap feminista es heroico. Abrirse paso sin buscar la aprobación masculina, a menudo es una trampa difícil de sortear cuando se busca el éxito. Encontrar referentes mujeres en este y todos los ámbitos, es un aliento de poder y de posibilidades: las mujeres también lo hacen y lo hacen bien.
En México aún muchos temen a la palabra ‘’feminismo’’, definirse como feminista es ya en sí complejo y hacer arte de ello puede costar el cierre de puertas porque la ignorancia todavía permea.
Pero rinde sus frutos: lo que un artista refleja impacta en su público, ver a mujeres fuertes, siendo quienes quieren ser, cantando sin restricciones y poniendo en juego su nombre, su libertad y su aprobación por pronunciarse a favor de visualizar y nombrar las problemáticas femeninas, es sin duda algo inspirador.
Pero lo que nosotros consumimos también nos define. Esta es una razón poderosa para escuchar y promover el rap feminista.
Yo agradezco que haya mujeres cantando para hacernos pensar, para liberarnos, afirmándonos verdades que a veces nos cuesta creer, validando nuestros pensamientos y sinsabores en medio de un mar de exponentes que nos cosifican, que nos juzgan y revictimizan. Tener artistas feministas es necesario y muy importante.
El arte es una expresión histórica y ellas están narrando la revolución feminista de nuestros tiempos.
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