Vivir según Rxnde Acozta

Esta nota es un comentario dedicado a la música del rapero que salió de Cuba y ahora recorre el mundo gracias a sus creaciones. 

El rostro de una voz que permanecerá a través del tiempo: Rxnde Acozta
Fotografía descargada de: https://heabbi.com/rxnde-akozta

Las experiencias de un cubano datan desde lo cruel que vivieron hasta el sazón inherente de sus tierras. Mientras que su rap es un periódico que nos muestra lo que ningún otro medio hace: todos los sentimientos de un mundo que se mezcla con el infierno. 


Por eso, las narraciones y emociones que nos comparte Rxnde no se pueden evaluar en pesos.

Sencillos como Materia y Hasta la C de la V, o Después, nos llenan la cabeza de ideas inquietas, pero buenas y puras. Quizá por eso sus ideas rebotan y resuenan en la cabezas haciéndolas subir y bajar al ritmo del bomboclap. 


Pura buena gente se presenta en sus producciones musicales, pues los gánsters no caben en el gremio. Son personas que la han tenido complicada, por eso no se lo desean a nadie. Quieren ser los primeros testigos del nuevo amanecer de la humanidad.

Navega sobre bases con toques lo-fi, parece que deja añejar sus bases y que se llenen de polvo, por eso suenan más under. Él siempre será un fiel al ritmo clásico del boombap. Es uno de esos raperos forjados con hierro vivo, de esos que no se doblan con el tiempo. Firme como roble y sabio como sequoia o como tortuga, mantiene un nivel de delivery que muchos quisieran. 


Cada frase tiene algo de valor en ella. Porque, como escuché en el camión el otro día, solo un hombre de valor y con valores le puede dar valor a las cosas.

Esta nota solo es una disertación sobre este buen rap. Sobre ese sabor bohemio que nunca sobra. Sobre esos tiranos que castigan la pista pero nunca aceptan un soborno para decir lo que los demás quieren escuchar. 



Esto va dedicado para aquellos que la mantendrán auténtica y aman la libertad. Porque la mejor manera de amar es dejando ser libres a los demás.