Diógenes parece vivirla relajado. Parece entender la filosofía en la que el hombre con menos necesidades es el más feliz. A pesar de conservar el nombre de su antiguo grupo, Escuela SínicA, él solo se encarga de darle vida a La Fiebre de Diógenes en un aporte de calidad producido por Tato ATK quien ha trabajado también con gente como Danger o Fntxy. Esto definitivamente le sube la temperatura a la fiebre que nos describe. En este material, Diógenes demuestra un muy buen uso de la retórica. A pesar de presentar aun un par de detalles que solo pueden pulirse con el tiempo, satisface al oído que atiende. Y todavía un poco más al oído que entiende.
Los flows que maneja me remiten a MCs que conocí de morro y que admiro mucho pero sus letras me traen a la cabeza en automático a gente que conozco de hace poco y que también respeto. Que baila en los dos lados, pues. Que sabe darse una vuelta por la linea que se le suelta a la exnovia mientras habla de la vida que conoce.
A lo largo de estos 10 tracks que he tenido la fortuna de traer en los audífonos un mes antes de que se libere para el público en general, me di cuenta de que esta escuela actual que se gesta en el país y que apuesta más por lo intelectual y el contenido verdadero, de verdad vale la pena. Ya no es el 2006 y ellos lo saben, lo demuestran y sostienen las puertas que se abrieron hace años para que nuevas generaciones sigan entrando.
Harto interesante también resulta el hecho de que, al hablar con él, te das cuenta de que se carga el peso en los hombros y colabora por gusto, sin subirse al cuello de gente como Manotas, Anexo o Nam, por mencionar algunos nombres de los que podría invitar de forma casual para meterse al disco y adornarlo. Barras de acero es lo que nos trae Diógenes de la Escuela Sínica para este 2018.
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