Malafama
y Tabernario sentenciaron en las redes sociales: “No hay dinero, no hay
eventos”. Aprovecharon el comunicado para criticar los abusos de
los organizadores. Por último, invitan a sus colegas que
profesionalicen sus carreras. Debido a esto, me comuniqué con
Malafama. Me contó un poco más de su visión y los detonantes que
lo hicieron tomar esa postura:
"¿Quieres que vaya al supermercado, compre la despensa, prepare
la comida, ponga la mesa y no me invitas a comer? En primer lugar, el
detonante del problema va ligado a un principio básico;
supervivencia, yo "trabajé" únicamente en el RAP y
cuando lo económico comenzó a fallar me vi en la necesidad de
encontrar un empleo para no depender sólo de mi música al llevar
alimentó a mi mesa, por lo tanto ya no existe la necesidad de
malbaratar mi trabajo para obtener un ingreso” afirma el rapero
tapatío.
Anteriormente,
hacer un evento de rap era un negocio muy arriesgado pues no existía
el apoyo de las trasnacionales. Tampoco había lugares adecuados ni
mucho menos un público consumidor tan grande, mismos que hoy en día
ya no son un problema. En el presente, un evento de rap puede
ser perfectamente una ganancia para todas las partes involucradas.
Esto lo podemos ver en el gran aumento de artistas extranjeros de
gira en nuestro país. Una gran parte de ellos está optando por
quedarse durante periodos largos de 6 meses, 1 año o hasta más.
Ante esta situación, el también vocalista de Low Santos dice:
“Ha
vuelto la ola de traer artistas extranjeros, pero con la diferencia
de que ya no resultan un éxito económico. Aun así se insiste en
traerlos e invertir en ellos cuando hoy en día los artistas
nacionales brindan igual o mejor espectáculo en vivo. También
tienen la misma o mayor cantidad de seguidores. Además el costo de
los nacionales es menor. Sin embargo, son menospreciados en lugar de
crear, impulsar y hacer crecer una industria nacional. En este
punto, todos nos veríamos beneficiados por igual”, opinó el
artista lírico.
Pero
al parecer no sólo deben de lidiar con el problema de la paga y los
viáticos. Aparte, nos cuenta como ha sido “levantado” por
organizadores de eventos con los cuales no llegó a un
acuerdo. “Después de un par de horas en un rancho arriba de un
cerro y demostrando como estuvo la bronca, los inversionistas
terminaron pagando lo acordado”, me relató Malafama de manera
casual.
Desde
Aritmétrica, nos pronunciamos en contra de toda clase de abusos
contra los artistas e invitamos a todos ellos a unirse a este tipo de
iniciativas. Como dice el mismo Malafama, “si el promotor o
dueño gana, yo debo de ganar”.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Aritmétrica
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