Hace un tiempo hablamos con Gastón sobre su proyecto "Buenos Adultos" en aquel momento se expresó con gran pasión de su disco, como una obra que va in crescendo.
Con esta imagen en la mente, le he dado oídos, me propuse escucharlo de prinicipio a fin, dejando de lado los prejuicios, esto me permitió encontrar una verdadera joya digna de disfrutar. Gastón no mentía.
Desde el intro con la voz de una autoridad en el rap nacional, Padre
Anderson, hasta Tesis S.B.A Lng Sht, tuvo la astucia de mover los sentimientos
al describir fielmente una realidad, hablando de sexo, drogas y rock and roll, en la vida de un godínez o de un hipster clase
media.
No es la típica voz del raper de barrio que aspira a ganar millones, no,
es la realidad de la sociedad clase media, que habla de cine, cafés, viviendo
en el depa de la zona fresa, de la zona menos madreada de la ciudad.
Toca tópicos como el estrés generado
por llegar a fin de mes, por pagar la renta, la vida de esta modernidad
líquida, con interacciones a través de aplicaciones y plataformas; ver Netflix,
pedir comida a casa, pelear con tu novia por lavar la ropa, por poner una playlist, por tener el control de la televisión.
La crisis existencial de los 30 después de haber pasado por unos veinte jugando
al rockstar, de las ganas de dejar de vivir como hasta ahora, seguir tendencias
“saludables” tomar terapia. No es la realidad del morro violento del
barrio, es la del hombre adulto que busca deconstruirse, sin dejar de lado su
masculinidad, de la lucha en la mente donde sabes que haz pensado ponerle fin a todo, pero también de como siempre corremos a los brazos de mamá.
Los clase media mexas deben asentir con la cabeza con cada verso que Gastón suelta en este disco. Y es que de eso se trata reflejar las distintas realidades. En pocas palabras es un disco digno de ser escuchado de principio a fin para poder comprender su grandeza.
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